#ElPerúQueQueremos

Sargento y mi blog con categorías

Publicado: 2010-04-26

Hace un tiempo me viene dando vuelta por la cabeza la idea de ponerle categorías a mi blog. Hoy pensé que sería bueno algo así como "Las aventuras de una flaquita soltera" (aunque ese flaquita suene a piropo de paradero de bus). Y lo pensé porque este fin de semana pisé por primera vez el Sargento Pimienta y muchas cosas había que contar despues de.

Ya, amigos amantes de la vida bohemia de Barranco, paren ya! Sí, es la primera vez que visito el Sargento y qué! Y fueron dos noches seguidas y qué! Y me divertí y qué! Y no lo conocía, ps, y qué!

La primera noche, luego de mi open house, mis amigos de la universidad y yo depositamos nuestras humanidades en distintos vehículos y nos fuimos rápidos y furiosos a Barranco. El destino ya estaba elegido. El Sargento presentaba noche de salsa dura y, como soy amante de este ritmo, no pude negarme.

Poco tiempo pasó y un vaso de chela para que mi vejiga pidiera a gritos un baño. Las indicaciones de mi amigo no fueron las mejores, quizás porque para ese momento ni tendría idea de dónde estaba él mismo. Y así, dando vuelta por el local como cuy en tómbola, buscaba con premura el pichiroom. Caminaba ágil entre el montón de gente cuando alguien me coge de la mano, me da una vuelta y me aproxima hacia su cuerpo. Era un chico guapísimo, pero la actitud tan prepotente me sacó tan de cuadro que medio asustada zafé mi culito lo más rápido que pude de esa situación.

Camino al ya ubicado baño, varios chicos intentaron hacerme la misma gracia. Desconocidos me saludaban y me cortaban el paso.

Cuando regresé a la esquina que la noche nos impuso, no quería alejarme mucho de mi grupo. Toda intimidada me dediqué a bailar con mis amigos el resto de la noche y a menear mi cuerpecito lo mejor que pude. Siempre con decoro y recato- ujum!-, valgan aclaraciones.

Llegué a mi casa y lo agotada no me dejó espacio a la reflexión, pero ni bien abrí un ojo una pregunta me asaltó: ¿Serán siempre así las noches en el Sargento? O quizás la sensualidad de la salsa había provocado ese efecto seductor en los “caballeros” y “finas damas” que habían asistido a tan correcto espacio.

Así que con la duda saltando entre mis pensamientos, fui esa misma noche a Barranco. Mi amiga Delaselvahúmedasuflor -es que no sé si quiera que diga su nombre, pues- me invitó a menear mi humanidad por segunda noche consecutiva allí.

Y estaba bailando con ella y su amiga Picapiedra -tampoco sé si quiere que diga su nombre-, disfrutando de nuestra rica chela y conversando/cantando de lo lindo cuando de pronto una vuelta y zas! Amiga Delaselvahúmedasuflor cómo has cambiado!!! Un sujeto ya estaba bailando conmigo y me daba vueltitas. Esta noche no me iban a sacar de cuadro, he dicho!

Y bueno, le seguí el paso al niño este -porque tenía cara de bien cachorrito y mira que para mí ya esas huevadas pasaron de moda y DNI manda!- y luego de un par de risas, que me dijera su nombre y qué estudiaba y en qué ciclo estaba -Para esto, mi amiga Delaselvahúmedasuflor estaba tirada en el piso meándose de risa- cortamos por lo sano y se fue a bailar a otro lado.

Más tarde mi amiga Picapiedra estaba siendo lindamente asaltada por un mexicano con un polo que decía: Soy Wach y qué! A todo esto, alguien sabe qué chucha es un wach? Claro, sus amigos no perdieron el tiempo y nos rodearon a mi y a mi amiga Deselvahúmedasuflor, nosotras poco más espalda con espalda aguantamos todo lo que pudimos.

Luego un chico se me acerca y me dice: Hola, qué estudias? y yo: Ya egresé. La respuesta fue de lo más cómica: O sea tu ya egresaste, o sea me cancelas, o sea me dices ubícate chiquillo!!! Jajajajaja No fue la intención, pero bueeee.

Ya cuando estoy por irme, viene de nuevo el niño y me dice que si no me iba a despedir. Uhm? "Bueno, chau, cuidate!" "Ay, así no se vale, tienes que despedirte bonito". Ah?! Hay gente bien tergiversada!

Y entonces, ya no había duda. Mientras el año 2008 me la pasé de la puta madre bailando en El Directorio –bar del Centro de Lima- sola, con amigas, con amigos, sin que nadie me quisiera dar vuelta como pollo a la brasa; Barranco, especialmente El Sargento Pimienta, se presentaba como un lugar de seducción, uno de ligues -como me dijo hoy mi hermana- donde te puedes divertir y muy bien, pero con la idea de estar preparada a que este tipo de asaltos a mano armada -porque siempre hay un trago de por medio. Tan valientes no son- se den continuamente.

No me rasgo las vestiduras tampoco, seguiré yendo y perfeccionando mis artes en divertirme, seducir y ligar o allí nomás. Todo dependerá del ánimo de la noche.

Sin más floro de por medio, bienvenidos a mi blog con categorías.


Escrito por

Ingrid Soria

intensamente loca o locamente intensa


Publicado en

Los Monólogos de la Flaquita

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